Como equipo de talleristas, junto a los jóvenes y al Colectivo de
Acompañantes Juveniles, tenemos el gusto, el placer, la emoción y la alegría de
sacar a la calle este tercer número de Desatando el Nudo de la Garganta ; la revista
escrita por los pibes alojados transitoriamente en IRAR (Instituto de
Recuperación del Adolescente de Rosario).
Fueron casi dos años de intenso trabajo y dedicación luego de editar
la última Desatando en diciembre de 2010. Aquel año fue el primero de este
hermoso trayecto que nos permitió encontrarnos con los jóvenes y comenzar a
diagramar las primeras líneas que, en poco tiempo, desembocaron en dos revistas
que pudimos editar ese mismo año.
Cabe mencionar que el inicio de nuestro trabajo en IRAR, fue más que
sorpresivo. La institución se encontraba en un momento de generación de nuevos
espacios con la premisa de revalorizar la palabra y darle lugar a la expresión.
Nos encontramos con un grupo de jóvenes que rápidamente se apropiaron del
espacio de la revista. Era muy común encontrarnos semanalmente en el taller y
ver que los pibes traían textos escritos desde los sectores; hasta hubo un
joven que no sabía leer ni escribir y quiso aprender a partir de querer
participar en la revista. Fue así que en
ese solo año pudimos editar dos Desatando.
Ya al año siguiente, la situación fue distinta. Muchos de aquellos
jóvenes que habían participado intensamente de las primeras revistas, habían egresado, además se dieron cambios
institucionales que inevitablemente
influyeron en el desarrollo de los talleres y en el proceso de
apropiación y armado de la revista. Como equipo, nos encontramos en una especie
de situación inicial; había que volver a hacer un proceso con jóvenes nuevos,
reorientar la revista, pensar qué queríamos producir etc. Al finalizar este segundo año de trabajo
en 2011, concluimos que sacar una nueva Desatando, no era la mejor decisión; no
habíamos podido hacer el proceso que esperábamos junto a los pibes. Tampoco
quisimos editar una revista por el solo hecho de hacerlo, sino que preferimos apostar en los procesos,
en tener los tiempos suficientes para replantearnos las propuestas, los
talleres y hasta el mismo sentido de la revista.
En marzo de este corriente año retomamos los talleres y digamos que le
fuimos encontrando la vuelta. Siempre apostando en la revista como espacio de
expresión para los pibes, en donde poder canalizar angustias, sentimientos,
pensamientos, deseos; también apostamos en generar un espacio en donde los
jóvenes pudiesen fantasear, crear, imaginar, jugar.
Así llegamos a este hermoso momento de dar a conocer una nueva
Desatando, producto de un largo proceso de práctica y reflexión constante que,
sin dudas, fue lo que nos permitió avanzar en nuestro trabajo junto a los jóvenes
e ir encontrando nuevos caminos y nuevos sentidos para la revista. Tenemos en
manos una nueva Desatando que apunta, principalmente, al niño que hay en cada
pibe, que cuenta historias alocadas e imaginativas, que refleja deseos,
anécdotas e historias de vida…Porque la palabra, como decía un filósofo francés,
“lleva alas, pues así como el pájaro no puede volar indefinidamente y ha de
hallar un lugar donde posarse, también la palabra alada necesita posarse y ser
oída”. Y así concebimos a la
Desatando , como ese lugar en donde posa la palabra de los
pibes para ser oída, leída y para ser protagonista.